miércoles, 3 de septiembre de 2008

Hacer lo correcto.

Rolando se encontraba sentando en uno de los pocos asientos de un viejo camión de pasajeros, reflexionando sobre su difícil situación económica, preguntándose si sus decisiones, las decisiones que había tomado serían las correctas, estaba sumido en sus cavilaciones cuando una anciana subió al camión, el trasporte estaba lleno, no había asientos libres. Sujetándose al tubo, pegado al techo del camión, la viejita avanzo tambaleándose, lanzándoles miradas suplicantes a las personas cómodamente sentadas, que tan magistralmente lograban ignorarla. Rolando la observó, el avance de la viejita fue ligero, hasta que ella logro situarse cerca de él. Rolando se puso de pie y le cedió el asiento a la anciana, algunos pasajeros desviaron la mirada avergonzados. Ella le agradeció y respiro aliviada.

Yo estaba ahí, también desvíe la mirada, avergonzado, apenado por haber esperado hasta que otra persona fuera cortés, hasta que alguien más hiciera lo correcto.

1 comentario:

Amelia dijo...

A mí me gustan tus relatos, no son tan malos como dices.El que he leído muestra a una persona sensible. También me gusta escribir.Por ahora son experiencias que me ocurren con una nota de sorna. Pero preparo más. Visita: www.amelias-house.blogspot.com y dame tu opinión, por favor