martes, 19 de enero de 2010

Novedades

Son 95 días los trascurridos desde la última vez que escribí algo aquí.

Es una cifra considerable, y lo es aún más, si me pongo a cavilar en todo lo que ha pasado en mi vida, todo lo bueno y todo lo malo, tantas cosas en tan sólo esa cantidad de tiempo. Ese guarismo se queda corto.

Ya he terminado mis “estudios” universitarios y aunque todavía no obtengo mi título (cuestión de mero trámite) me puedo contar entre la inmensa cantidad de abogados que escupen cada semestre, cuatrimestre, bimestre, tercer día o minuto las universidades de este país. Soy uno más de los disque profesionistas que pasan a navegar en el mar del infortunio que se nutre con las aguas de mediocridad vertidas por estas casas de estudios, estoy jodido pues.

Nunca me preocupe —como la inmensa mayoría— por lo qué pasaría cuando egresara de la universidad. Siempre seguí una filosofía comodina y valemadrista en este aspecto, aunque la realidad es que no es nada sencillo, conseguir trabajo está cabrón, y siempre lo he sabido, pero nunca ves venir el putazo hasta que ya lo tienes en el hocico.

Aunque pienso seguir estudiando y engrosar mis conocimientos en el ámbito jurídico (aja) acceder a una maestría en este momento para mí no es algo factible, necesito engrosar la cartera antes que el conocimiento, lo cual probablemente no sea la mejor elección pero necesito comer.

A pesar de la situación actual, y de lo que auguraban los oráculos ya estoy trabajando en un despacho, no gano la inmensa cantidad de dinero que merezco, pero siendo sincero estoy a gusto y pienso llevar las cosas paso a paso.

Aunque extraño ser un estudiante… ser irresponsable, embriagarme, depender económicamente de alguien más, irme de juerga… este, bueno creo que sigo haciendo exactamente lo mismo ¡sólo que sin tener que ir a clases!

He tenido suerte en este aspecto, no me puedo quejar, bueno si puedo ¡Quiero ser rico ya!

—Peter, el dinero no trae la felicidad

—Como de que no, no tengo dinero y soy infeliz. Además que no ven a todas esas personas ricas y felices en la tele.

En resumen, deje de estudiar, ahora trabajo y mi vida se vuelve cada vez más monótona, aunque tengo un plan para hacerme rico en diez días, lo llevare acabo y luego venderé libros de como hacerse rico en diez días, con lo cual obviamente me hare más rico.

En lo referente a mi vida amorosa ésta fue, es y seguirá siendo un fracaso. Ergo mejor ni mencionarlo, porque me deprimo.

Leo y releo mis últimos post, 95 días, me sorprende que haya cambiado tanto mi forma de ver las cosas, en muchos aspectos soy una persona diferente, más hastiada, apática, fatigada y aburrida, muy aburrida.

Demasiadas novedades por hoy.

En el siguiente post:

La historia de como yo —un joven abogado con garbo, audaz, atrevido, inteligente y con olor a limón– le gana una apuesta al diablo y recibe como recompensa la habilidad de hablar con los sapos, la cual a su vez cambia a un niño por un álbum de estampitas de Dragón ball. No se lo pueden perder.

Así es, lo inmaduro no se ha quitado, ni ninguno de mis muchos defectos…incluso hay nuevos.

 

P.D. Ya para la siguiente si va algo serio.