“No vuelvo a tomar” es una frase que todooos hemos dicho, pensado u oído y sino alguna de sus similares “no lo vuelvo a hacer”, “si ya me siento pedo mejor dejo de tomar”, etc.
Pero siempre volvemos a tomar.
Y digo... que bonito es emborracharse ¿a poco no? el problema es lo que viene después, lo que a todos los borrachos nos llega tarde o temprano... aunque intentemos evitarlo, así es hablo de la cruda (resaca). Y quién no se arrepiente en la mañana del aquelarre por el que paso la noche anterior; al sentir la cabeza apunto de explotar y al escuchar el notición de que ya anda con “la chetos” (pronto post sobre cruda moral).
A mí me dan varios tipos de crudas —dependiendo de lo que tome— por ejemplo, cuando me emborracho con cerveza la cruda que tengo es muy ligera, algunos mareos y mucha sed, nada que no se esfume en un par de horas, vaya una cruda sabrosa de esas que hasta dan gusto.
(El ámbar de los dioses)
La cruda con tequila por otro lado me pega más, cuando me embriago sólo con tequila me duele la cabeza, me dan ascos (como a las embarazadas), siento como si dos duendecillos estuviesen parados sobre mis orejas y me dieran continuos martillazos en las sienes, mientras se burlan de mí y hacen bajar mi autoestima y por alguna razón me llaman Frodo.
( Advertencia: genera duendecillos)
A pesar de lo anterior también es soportable la cruda con tequila, por cierto si se toma el tequila con agua mineral y refresco (cubeado) la cruda de a otro día puede disminuir bastante.
Pero bueno suficiente introducción, es hora de hablar de la bebida a la que siempre le he tenido respeto, con la que me la pienso a la hora de excederme en su consumo, la que le da nombre a este post, mi enemigo mortal, mi némesis, mi odiado rival, mi antagonista, mi contrincante… el ponche de granada.
Esta bebida me ha dado la peor cruda de mi vida, de verdad, sentía que me estaban matando, como si me hubiera embriagado con una garrafa de alcohol del 96.
Por años he combatido contra ella en una épica batalla, yo evito beberla y ella hace todo lo posible para que la beba. De algún modo u otro siempre regresa a intoxicar mi sistema.
Compadre: Wey ya no hay pisto.
Peter: Y yo que quería seguir tomando we.
Compadre : No pues ya valió.
Peter: Ni pedo.
Compadre: Ah, perate we, ya encontré más.
Peter (con ojos esperanzados): Neta?
Compadre: Simon, un litro de ponche.
Peter: Noooooooooo!!!!!
Compadre: No seas niña.
Esta cosa:
(También conocido por los niños como el Coco.)
Es lo que no me deja dormir en las noches.
Pero bueno como dijo el famoso H.J. Simpson: “Brindemos por el alcohol la causa y la solución de todos los problemas del mundo”.