sábado, 7 de junio de 2008

SONATA


Los suaves acordes y vibrantes notas musicales de un piano resonaban claramente en su mente, se trataba de aquella hermosa e hipnotizante pieza musical interpretada magistralmente por su hija, su pequeña niña…

Dicha perfección había sido alcanzada solo después de que la pieza había sido practicada una y otra vez durante meses enteros en extenuantes jornadas que parecían interminables. Él mismo fue el encargado de supervisarla durante todo ese tiempo, mientras ella, con un gesto frió e indescifrable, ejecutaba la pieza mecánicamente, casi como ausente, como los grandes, demostrando toda su habilidad.

En aquellas practicas él se paraba por horas a un lado de ella, mirándola incansablemente, supervisando su aprendizaje, cada movimiento, cada detalle, ayudándole a buscar la perfección, exigiéndole como solo un padre podía hacerlo, un padre que la amaba, sus ojos reflejaban gran orgullo cuando la contemplaba en aquel instrumento, él al igual que cualquier padre, solo quería lo mejor para su pequeña bebe, durante muchos años, se encargo de que tomara clases solo con los mejores maestros de piano de toda Europa, él sabia que su hija al haber heredado las habilidades de su made, tenia un gran futuro, e hizo todo lo que estaba a su alcance para ayudarla a convertirse a toda costa en una prodigio, en una interprete excelsa, en una pianista perfecta... como su madre.

Durante aquel concierto, experimento el momento mas feliz de su vida, después de 22 largos años logro observar el momento en que su hija había ejecutado con una perfección tal la compleja pieza, que estaba seguro que su difunta esposa, la madre de aquel ángel, estaba ahí en espíritu, ayudándole en la ejecución a su niña, justo al lado, con ella, con ambos, durante el concierto, no pudo contener una o dos lagrimas al mirar a su pequeño retoño por fin alcanzar la cima, la fama y un reconocimiento mundial.

Ahora él se encontraba otra vez mirándola,entre las penumbras de la calle, la joven venia hurgando en su elegante bolsa de mano que combinaba armoniosamente con el precioso vestido de gala que él había insistido fervientemente en que usara, y junto con el vestido y la bolsa, un maravilloso collar de perlas color nácar muy fino, todos aquellos artículos eran antiguas propiedades de su esposa, y al ver esa imagen no pudo evitar pensar que su pequeña lucia espectacular, la pudo contemplar entera, se veía tan bella, tenia los ojos de su madre, y por fin habían logrado alcanzar su objetivo, ella, al verle, solamente dibujo una sonrisa en su rostro, y se acerco mas aprisa extendiendo los brazos para abrazarle, la emoción que recorrió su cuerpo en el momento en el que se encontraron a mitad de la calle, fue totalmente indescriptible, lo logramos - pensó- y una sensación nació en su estomago y le recorrió todo el cuerpo hasta estremecerlo enteramente, su corazón latía a un ritmo descontrolado y por su cara rodaban lagrimas enormes, por un momento la imagen de su hija sentada en aquel viejo y bellísimo piano de media cola negro, se dibujo en su mente, la melodía que tantas veces escucho resonaba en su cerebro, y lanzando unos sollozos abrazo finalmente a su hija, - ¿POR QUE?- le pregunto al oído a su amada hija, -POR QUE YO NUNCA QUISE SER COMO MI MADRE, SEÑOR- contesto fríamente al tiempo de que sacaba la afilada cuchilla del torso de su padre…

…Rápidamente limpio el cuchillo y aun sonriendo se alejo de allí, toda su infancia se la dedico a su padre, y ahora que le cumplió el capricho, era hora de cobrarle todo el tiempo y vivencias perdidas…

La pieza seguía sonando en su cabeza, sonando cada vez más lejana, pudo observar ausente como su cuerpo se iba acercando hacia el suelo rápidamente, pero no pudo hacer nada, sentía como la vida se le escapaba, como sus pulmones se llenaban una ultima vez de aire, mientras miraba a su hija partir solo pudo sentir frió, mucho frió, mientras gota a gota se le iba la vida y en su mente solo se escuchaba aquella canción….



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