Post electoral

                

Vuelvo a postear después de mucho tiempo.

Había abandonado el blog, principalmente por los trabajos y exámenes finales de la universidad, después —ya en vacaciones— se me chingó el Internet, y sólo de vez en cuando (usualmente en la oficina) me metía a checar la blogosfera.

Hace unos días regresó mi Internet, pero me había dado hueva postear, la hueva se había apoderado de mí, pero logre derrotarla usando la mitad de un membrillo.

Ya saben... cuando hay hueva en el ambiente parten por la mitad un membrillo... pero bueno esa es otra historia.

Antier fue día de elecciones y como ya lo había puesto en el post de abajo yo fui elegido para tener el honor de “voluntariamente” servir como funcionario de casilla.

Yo como ciudadano responsable que soy no fui a ninguna de las capacitaciones, se ofrecieron a venir a mi casa a instruirme en el arte de contar votos, pero no los deje entrar porque dicen que son bien lacras y les gusta robarse las toallas del baño.

Se contentaron con darme unos libritos con instrucciones en los cuales escribieron la fecha y el lugar donde debía presentarme: 8:00 AM en la escuela primaria Federico del Toro.

Pues llegue tarde (recuerden que la hueva se había apoderado de mí) y me salieron con el noticion de que ya no iba a ser Escrutador... ahora iba a ser Secretario. Parece ser que el wey que iba a estar en ese puesto no llegó. Supongo que era un tipo listo, porque pinché chinga me llevé.

Yo iba con muchos ánimos y más después de escuchar experiencias de mis compas y de leer algunos comentarios en el post anterior, pero no paso nada interesante, me tocó con puro chiludo y ni armaron cotorreo ni nada. Mejor me puse a fumar con los representantes de los partidos, que me reglaron tortas y cigarros.

Bueno... pasó una que otra cosilla como a eso de las 12:15 luchamos con un dragón y por eso de las 5:00 viajamos en el tiempo —gracias al poder mágico de la sangre del dragón— lo que me llevo a una serie de situaciones que culminaron cuando llegue a convertirme en mi propio abuelo.

Pero en fin... estuvo leve.

A por cierto si me dieron 300 baros con los cuales me embriague ayer.